junio 06, 2016

El deca, Peron y el museo del jamón

Si mi papá escribiese poesía hablaría del General, de la escuela técnica, del barrio y del deca
Hablaría de hombres con anillos de oro, que se hacen besar las palmas de las manos, enfundados en sobretodo, que después se quitan, para amar prostitutas a las que le faltan extremidades y le sobran anécdotas.
Seguramente hilaria las historias de los perejiles, de los que desaparecieron en los cañaverales cuando el juego de mano era rompedera de culos, del basket y los amigos, de como fue el rey de las playas del Brasil cuando era huérfano de padre y lloro ausencias que hoy todavía maquilla de autocompasión. 
Si mi padre escribiera poesía, arderia la pluma ensalsando las rutas, las pintadas, las camisetas de fútbol, y una foto con chaleco bordo en el portón de la casa donde vivió Peron.
Añoraria los Madrides que no tuvo, las cañas y las tapas, besaria las mujeres y los hombres de la patria que le quitaron, con todos los cortes ingleses antes del partido de la champion.
De Duarte no hablaría, no vaya usted a pensar que la izquierda era una posibilidad para tan alto caballero de los barrios más bajos, mas obreros, mas parias, de la casa prefabricada y del brasero en el invierno con la madre estéril y el padre resiliente. Macho y capitán, que de la oreja le hizo  entender quelagua no se mastica 'mijito.
Si mi padre algún día escribiese en poemario su vida álgida de padrino tercermundista que soñaba hijas rubias de rubias descendencias, quizás así volverían a mi esas heridas que no me son propias, podría abrazarlas y guardarlas para siempre en la cajonera de los asuntos bajo la almohada.
Pero la poesía no me devuelve las canciones de cancha ni los abrazos con olor a kolynos, su imagen se me ocurre en tonalidades menores y tu voz la escucho lejana, como un discurso en la plaza cuando marchamos para pedir por los que se quedaron sin trabajo.
Me amigo con el presente y cierro los ojos para acariciar este momento.
Hoy dormis en el sillón.

No hay comentarios: