Y siempre quise que ellas me contaran historias de amor
De amor romántico
Que suerte que no hubo tiempo, que se dedicaron a empoderarme
Se dedicaron a darme mi propia voz
Un norte grande, en luces de neón
Las margaritas que me coronan victoriosa, luminosa.
Y hoy te miro desde la ventana de mi propio amor
Y te aprendo de memoria los pelos blancos del bigote y tu curva alegre de gato rison.
Caminamos años y aquí estamos.
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